A esto se le han ido sumando gastos imprevistos y deudas acumuladas que hacen mella a día de hoy.
Si bien muchos solicitaron préstamos rapidos para llegar a fin de mes varias veces, no es una solución que se deba implementar constantemente porque más bien son un síntoma de una mala situación financiera, no una solución en sí. Esto no significa que sea algo negativo, sino algo que no lleva a ningún lado a largo plazo.
Otras de las opciones por las que han optado muchos han sido los adelantos de sueldo de hasta un mes. Son muy útiles si percibes un ingreso fijo y tienes ya cierto tiempo en la empresa, por lo que tus empleados no niegan de primeras este préstamo. El problema es que muchos no perciben un salario, sino que trabajan por su propia cuenta.
Además, también hay que recordar que aseguradoras y empresas de préstamos se vieron comprometidas por la mala situación económica general. Esto deja a muchos en una situación precaria, en la que se vuelve difícil llegar a fin de mes y enfrentar gastos imprevistos en el caso de que surjan. Ya ni hablar del ahorro y el pago de deudas.
¿Qué hacer ante las emergencias financieras?
En primer lugar, hay que hacer un recuento de tus ingresos y egresos. Esto te va a ayudar a definir cuáles son exactamente tus gastos, y así eliminar todos aquellos que no son prioritarios. De esta forma, el dinero sobrante es lo que vas a utilizar para hacer tus pagos correspondientes del mes de enero, como podrían ser los impuestos y la renovación de seguros.
Luego, debes tener una planificación que te permita pagar todas las deudas. Va a ser un poco complicado al principio, pero comienza con las más pequeñas para evitar que sigan generando intereses. Si no consigues reunir el dinero suficiente para pagar la primera, adquiere una menor con los minicréditos asnef.
Finalmente, este dinero que ya no vas a deber de los intereses de la primera deuda pagada lo debes dividir para pagar la siguiente, generar ingresos adicionales y tener un colchón de emergencias. Mientras, procura todo lo posible evitar gastos imprevistos. En unos pocos meses, tendrás suficiente dinero ahorrado bajo el colchón para hacer frente a estos gastos imprevistos.